Los monzones son precipitaciones originadas por cambios en la dirección del viento como consecuencia del cambio de estación climática. Esto trae como consecuencia un cambio en el nivel de precipitaciones y en la temperatura. Es un fenómeno característico de las zonas tropicales que van desde África hasta el Océano Pacífico, especialmente en Asia.

En el Sudeste Asiático, estudios revelan que los monzones se han incrementado en intensidad debido al aumento de las temperaturas del hemisferio norte como consecuencia del calentamiento global y el efecto invernadero. La época de monzones en Asia coincide justamente con los meses más calurosos del hemisferio norte, de junio a septiembre. Los países afectados por este fenómeno son Filipinas, Camboya, Buthán, China, Birmania, Nepal, Vietnam, Malasia y Tailandia. Sin embargo el monzón no es un fenómeno exclusivo de esos países. La India y Bangladesh también experimentan monzones, que se forman con la concentración de nubes en las alturas del Himalaya. En el caso de Bangladesh, al ser un delta, en ocasiones sufre inundaciones y las poblaciones deben ser desplazadas.

Pese a sus efectos negativos, la enorme cantidad de agua que cae a tierra en forma de precipitaciones es aprovechada por los agricultores del Sudeste Asiático para el cultivo del arroz, que requiere gran cantidad del vital líquido y cuyos cultivos necesitan estar prácticamente sumergidos en agua. Son esenciales para la vida animal y vegetal de esta parte del mundo, y las lluvias ayudan al desarrollo de una economía basada en la agricultura. Muchas veces los noticieros y diarios occidentales muestran a los monzones enfocándose únicamente en los efectos negativos de los mismos. Pero por lo general son los mismos agricultores quienes esperan monzones fuertes, porque de no ser así sus cosechas no serán muy productivas. Cuando los monzones no son abundantes, se producen sequías y pérdida de cosechas.

Para el turista que no esté acostumbrado a las lluvias, el monzón parecerá una visión apocalíptica. Pero a fin de cuentas no deja de ser eso, una lluvia fuerte que no afecta a las principales ciudades, ya preparadas para las circunstancias con sistemas de alcantarillado y de tránsito adecuados al clima. Además, las lluvias, aunque torrenciales, no suelen prolongarse más allá de una hora. La experiencia de visitar el sudeste asiático no debe verse afectada por el monzón. Obviamente para visitar la zona sin inconvenientes climáticos lo ideal es viajar de octubre a mayo, en la estación seca.

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