Con bastante experiencia en autobuses de larga distancia en Asia (mismo si son 500 kilómetros, el trayecto puede llevaros ¡unas 12 horas!), he ido volviéndome más sabia en términos de cómo viajar más cómodo, pasar las horas muertas y llegar a disfrutar del viaje en autobús (¡sí! Es posible aunque no lo creáis).

Comida y bebida

Es un poco obvio, pero a veces si vamos a montar un autobús por unas 4 horas no pensamos en llevar algunas golosinas extras. ¡Cuidado! En Asia un viaje “corto” puede fácilmente volverse mucho más largo dependiendo los imprevistos que van desde pinchaduras, hasta inundaciones o aludes. Llévate sobre todo agua y algo para comer en caso de que os encontréis varados en el medio de la nada.

Frío o calor

Muchos buses pueden resultar una tortura para los que somos friolentos. A veces luego de unas 4 horas empiezo a sentir mis dedos congelados, imaginaos luego de unas 12 en qué estado me encuentro. ¡Y esto mismo en algunos de los países más calientes del mundo! (O quizás especialmente en estos). Lo mejor para estos casos es llevar una bolsa de dormir de microfibra o al menos un abrigo y medias.

Lo mismo puede suceder que el autobús no tenga aire acondicionado y si sois sensibles al calor podéis terminar sintiéndoos no muy bien. En estos casos no os olvidéis protección para el sol y mucha bebida para no deshidratarse.

Básicos

Si de casualidad y con suerte el autobús que tomáis tiene baño (y mejor no contéis con ello), lo más probable es que no tenga papel higiénico. Un rollo no ocupa mucho lugar en el saco y seguro os ayudará a ganar cierto confort, especialmente si eres mujer. Pero el papel higiénico puede servir para otras cosas, para limpiar algo que se nos haya caído encima, para sacar un chicle del zapato y ¡quién sabe que otras variables!

Entre los básicos también contamos algunos medicamentos que podéis llevar con vosotros para aumentar la calidad de vuestro viaje. Especialmente pensamos en algunos que ayude a no estar enfermo en el autobús (por ejemplo dramamine, aunque mejor consulta a tu médico). Mismo si no suele ocurrirte con frecuencia no es una mala idea, los autobuses en algunas partes de Asia tienden a pasar rápidamente las curvas y te sorprenderás de lo fácil que es marearse sobre el bus. ¡Mejor prevenir!

Otra buena idea sería llevar toallitas húmedas o alcohol en gel. Suena poco práctico si eres mochilero pero es mejor desinfectarse las manos al menos antes de comer un snack cuando estáis en el autobús.

Entretenimiento

Este aspecto de un viaje puede ser el más tedioso y algo de entretenimiento (desde un libro, música o un reproductor de DVD) puede hacernos sentir que las horas pasan más rápido, justamente lo que queremos. También puede ser una buena idea llevar alguna pastilla para ayudarnos a dormir o al menos tapones para los oídos.

No te pierdas estos consejos que os compartimos a continuación para vuestro viaje al Sudeste Asiático:

Paciencia: el arte de viajar en el Sudeste Asiático

Cómo sobrevivir a un vuelo largo

Comida callejera y cómo evitar enfermar

Viajar en avión puede ser una experiencia maravillosa o una horrible, depende del punto de vista desde el que lo mires. Si lo miras desde el lado malo, intenta no pensar en ello, distraerte y pensar en lo que tienes por delante: una experiencia única en un país asiático al que llevas deseando ir desde hace mucho tiempo. Te vamos a dar dos tipos de consejos: los que debes seguir antes de subirte al avión, y los propios en el que estás ya subido al avión.

Antes de subir al avión

Ante un viaje tan largo, antes de subirte al avión que te lleve al país que has querido visitar desde siempre, lo que debes hacer es pensar con un poco de lógica. Vas a estar metido muchísimas horas en un espacio muy pequeño sin apenas movilidad, así que piensa bien lo que vas a llevarte en la bolsa de mano. Por ejemplo, puedes llevar una baraja de cartas, tu videoconsola, aquel libro que tanto se resistía, o tu reproductor de música. Recuerda que los dispositivos electrónicos no pueden estar encendidos durante el despegue y el aterrizaje.

Antes de salir de tu casa, recuerda darte una ducha. Porque pasarás muchas horas en el aeropuerto, posiblemente con calor, nervios, y eso puede hacernos sudar. Así que cuanto mejor preparados vayamos, mejor. Intenta ir lo más limpio posible, pero también cómodo: no lleves tacones que te impidan andar deprisa, o zapatos que sean difíciles de atar, porque te los tendrás que quitar en el control de seguridad.

Durante el vuelo

Las cosas se vuelven más tediosas en el vuelo. Antes de sentarte, recuerda sacar todo lo que puedas llegar a necesitar y llevarlo contigo al asiento. Porque si te toca al lado de la ventanilla, y dejas tus cosas en la bolsa que está en el maletero de arriba, lo más probable es que molestes a la gente para sacar tus cosas de nuevo.

Hay cierta manía por ir al lado de la ventanilla, pero si no te toca, mira el lado bueno: estarás al lado del pasillo, podrás levantarte sin molestar a nadie y estirar un poco las piernas. Eso sí, probablemente te molestarán para salir.

Normalmente, los vuelos largos, tienen un centro multimedia en cada asiento, con las últimas novedades en películas, series, y muchas cosas más. Con ello, probablemente estarás entretenido, pero si eso no es lo tuyo, he aquí un consejo: intenta no dormir la noche anterior, para así estar lo suficientemente cansado como para dormir del tirón el primer vuelo. Este truco también vale para las madres que van con sus bebés: intentad jugar con él el máximo tiempo posible, para así cansarlo rápido, y que se pase la mayor parte del tiempo del vuelo dormido como un tronco. De esta forma, no molestará a los pasajeros, ya que el llanto de un bebé puede irritar mucho a una persona desconocida.

En estos vuelos largos, la comida va incluida. Siempre te darán un menú para que veas lo que van a servir, y elegir entre las distintas opciones. Hay aerolíneas que, si tienes hambre, da igual a la hora que sea, te sirven un bol de sopa instantánea, por lo que solo te tienes que acercar y pedírselo.

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Y si quieres ver cosas del Sudeste Asiático, puedes ver estos artículos:

• Turismo responsable en Camboya

• Hacer turismo por Macao

• Cascadas Maribina en Filipinas

• Cruceros Yangtzé

Fuente de imágenes: asiatraveltales, womenshealthmag

En el mundo globalizado, donde en las ciudades se nos enseña a correr mismo de jóvenes y en tiempos donde el estrés es moneda corriente en la vida de jóvenes y ancianos, pues la paciencia arece ser una virtud perdida. Pero no en el Sudeste Asiático.

El arte de esperar

Esperar parece no molestar a la gente aquí en el Sudeste Asiático: nadie parece pensar en el tiempo de espera como tiempo perdido y no es sorpresa ver gente simplemente “matando tiempo” mientras esperan por un servicio. ¿Sois de las personas que se desesperan al esperar un plato en un restaurante? Relajaos. Es cuestión de aceptar que aquí vais a tener que esperar. Normal tiene un significado muy diferente.

Tu, yo, él… ¿qué?

Otro de los problemas que encontraréis en Asia es el lenguaje. Quizás viajando en Europa podemos tratar de arreglárnoslas con el inglés, arriesgar algunas palabrillas en francés o inventar algunas nuevas expresiones en italiano. En Asía es imposible y requiere una sobredosis de paciencia, así como una delicada habilidad para leer entre líneas e interpretar gestos.

Más de 24 horas en un autobús…

Sí, viajar en Asia incluirá mucho tiempo en autobuses, trenes, botes y aviones. Aprovecha el tiempo en el que te encuentras “”encerrado”, disfruta del paisaje, deja que el tiempo corra y pon a prueba tu paciencia. También deberás estar preparado para eventualidades en el camino, desde baches, ruedas pinchadas, paradas inexplicables y bien largas, recuerda siempre: respira y relájate, nunca sabes lo que puede pasar.

3 días, 2 días, 1 día…

Al planear un viaje no nos queda otra que esperar al día de partir. Esta sensación de anticipación es una de las partes más excitantes del viaje y deberías apreciarla como tal. Te paciencia y saborea esa ansiedad previa a viajar.

Entender…

Viajar a Asia con la mente abierta y una actitud positiva. Debemos entender que la cultura de nuestro destino es diferente a lo que estamos acostumbrados. Los ritmos de vida son diferentes y la filosofía occidental de “tempo es dinero” es probablemente desconocida en algunos destinos asiáticos. Acepta la cultura de tu destino tal como es, y ¡respétala!

Vía: Vagabondish

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Singapur es una ciudad-estado bastante pequeña, fácil de recorrer con el transporte público (de excelente calidad, puntualidad y, encima, económico) o a pie, una ciudad que puede conocerse en sólo unos días y que no nos dejará perdernos.

El símbolo oficial de la ciudad es un león con cola de sirena, estatua que veremos repetidas veces en nuestra visita.

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El transporte público funciona de forma interesante y diferente de lo que estamos habituados en general: es necesario comprar una tarjeta antes de subir, cuando lo hacemos hay que acercarla a un detector y lo mismo hay que hacer al bajar. De este modo, calcula el trayecto que hemos realizado y nos debita el monto correspondiente. Si cuidan la tarjeta podrán luego devolverla recuperando parte de la inversión.

Por último para quienes quieran viajar en taxi, encontrarán en Singapur un servicio eficiente y tan barato que nos dejará sorprendidos.

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Consejos generales para que nuestra estadía en Singapur sea de lo mejor…

Tener en cuenta que los billetes vienen de $1, $5, $10, $20, $50, $100, $500, $1.000 y $10.000 y que son permutables con los de Brunei.

Para emergencias se puede marcar 999 (en caso de incendio) o 995 (si se necesita una ambulancia).

En Singapur hay cuatro lenguas oficiales: mandarín es la principal, le siguen el malayo, el tamil y el inglés.

Tener en cuenta que Singapur es una ciudad muy limpia, esto requiere la colaboración de los habitantes y turistas (¡incluso no tirar la cadena del inodoro en un baño público puede acarrear una multa!) Si estás considerando en serio visitar esta inceríble ciudad, no dejes de consultar las ofertas de apartamentos en Singapur disponibles para alquilar por unos días, pues esta opción puede resultar mucho más económica que un hotel.