En el idioma japonés hay tres tipos de escritura que se utilizan con diferentes fines y frecuencias. Se trata de los silabarios Hiragana y Katakana, y los Kanji.

El primero de los silabarios, el Hiragana, es el considerado básico y por esta razón es el que primero se enseña. Se compone de 46 caracteres principales, cada uno de los cuales representa un sonido, sin ningún significado especial, diivididos en 40 sílabas, cinco vocales y una consonante. Es empleado para escribir en general en lengua japonesa.

El segundo silabario, el Katakana, se compone por la misma cantidad de caracteres que el anterior, aunque su utilización está restringida a casos particulares, como a la escritura de nombres o de palabras foráneas, de origen extranjero, o también para escribir onomatopeyas, entre otros usos.

Por último, respecto a los Kanji, ellos corresponden a los ideogramas chinos y cada uno de ellos tiene, como se mencionara con anterioridad, un significado particular y distintas lecturas, aunque siempre pueden descomprimirse. Por esta razón, muchos textos incorporan la equivalencia en el silabario Hiragana de sus Kanji sobre los mismos, para de este modo hacer más fácil y ágil su lectura.

En la actualidad hay identificados alrededor de 2000 caracteres Kanji de uso frecuente, cada uno de ellos con más de un significado, el cual debe deducirse del contexto.

 Cabe señalar que el japonés es un idioma hablado originalmente. La escritura del mismo llegó un poco más tarde y, en un principio, fue heredada de la escritura en idioma chino mandarín.

Finalmente, los japoneses también usan la escritura occidental o “Rōmaji” para escribir señales o letreros.

Para más información al respecto: “Traductor Japonés Español“.